Me gusta viajar con la cámara y reflexionar sobre las fotografías que hago. Estas son algunas de ellas:

miércoles, 31 de julio de 2013

Oradores que valían su peso en Habanos

Parlamento. Cuando se permitía fumar en la cámara húngara el nivel discursivo de un orador se medía en base a lo que se consumía de los puros de los diputados, que entraban a escuchar (dejando el puro en cada una de las hendiduras) o se quedaban en corrillos charlando y fumando en el pasillo. Cuando un diputado era realmente buen orador se decía que "valía un habano". El cenicero enumerado es el vestigio de otros tiempos, más descarados o menos hipócritas.

Cenizas. Oradores que valían su peso en Habanos

«Es la primera vez, desde que alcancé la mayoría de edad, que no me apetece votar. Sin embargo, el domingo a primera hora estaré en la puerta de mi colegio electoral. No iré porque me hayan convencido sus promesas ni sus discursos de miedo. No iré en defensa de una ideología, de un color o de unas siglas. Tampoco iré por sus programas. [...] Será mi particular bofetada, mi llamada a la acción, mi tirón de orejas...» sigue leyendo